
Alianza de Encopresis Infantojuvenil
Apoyando a los niños, acompañando a las familias.
¿Tu hijo se hace encima y no se da cuenta? Es normal y tiene explicación
Aunque parezca imposible y sea preocupante para los padres, cuando un niño se hace encima y no lo siente, es más común de lo que parece y tiene una explicación médica. Esto sucede debido a la encopresis, un trastorno intestinal asociado al estreñimiento crónico.

Qué pasa en el cuerpo del niño?
Cuando un niño retiene las heces durante mucho tiempo, estas se acumulan en el recto, haciendo que este se dilate y se agrande progresivamente. Con el tiempo, el intestino se convierte en un depósito de heces retenidas, y los nervios que deberían enviar señales al cerebro dejan de funcionar correctamente debido a la presión constante.
Al perder sensibilidad en la zona, el niño deja de sentir la necesidad de evacuar y, sin darse cuenta, pueden ocurrir escapes involuntarios de heces blandas o líquidas. No es que el niño no quiera ir al baño, sino que su cuerpo ha dejado de enviarle las señales necesarias para hacerlo.
Muchos niños con encopresis se sienten avergonzados, inseguros o culpables, lo que puede afectar su bienestar emocional. Por eso, es fundamental recordar que no tienen control sobre lo que les sucede. Su cuerpo ha perdido la capacidad de percibir correctamente las señales intestinales, por lo que los accidentes no son intencionales.
Es importante dejar de lado el enojo o el castigo y, en su lugar, ofrecerles un espacio de apoyo y comprensión. Para esto, los adultos podemos:
-
Escuchar sin juzgar, permitiendo que expresen lo que sienten sin miedo.
-
Reforzar su autoestima, recordándoles que este problema no los define.
-
Normalizar la situación, hablándoles con naturalidad y sin generar vergüenza.
-
Hacerles saber que estamos para ayudarlos, con empatía y paciencia.
-
Ser constantes y pacientes, ya que la mejora lleva tiempo, pero con apoyo y los hábitos adecuados, es posible
Guía para Padres: Cómo Acompañar a tu Hijo con Encopresis
El tratamiento de la encopresis es un proceso que involucra varios pasos, y el apoyo de los padres es esencial para que el niño se sienta seguro, comprendido y acompañado durante todo el camino. Aquí te damos algunas pautas sobre cómo manejar la situación a nivel familiar, cómo cuidar el bienestar emocional de tu hijo, y cómo trabajar como equipo para superar la encopresis.
Pasos para ayudar a tu hijo
1. Entender la condición y mantenerse informado
Es fundamental que los padres comprendan que la encopresis no es un comportamiento voluntario ni un "accidente" causado por vagancia. Es un problema médico que generalmente tiene su origen en el estreñimiento crónico, y los niños no siempre pueden controlar sus evacuaciones.
Consejo: Infórmate sobre la encopresis para poder explicar mejor a tu hijo lo que está ocurriendo. Una buena comprensión de la condición te permitirá ofrecer el apoyo emocional adecuado y evitar frustraciones innecesarias.
2. Apoyo emocional: No es culpa del niño
La encopresis puede generar vergüenza, ansiedad y frustración tanto en el niño como en los padres. Como padre, tu papel es crear un ambiente de apoyo y amor donde tu hijo se sienta aceptado y comprendido.
-
Fomenta la confianza: Asegúrate de que tu hijo entienda que no está solo y que la situación tiene solución. Evita regañar o castigar; estos actos solo aumentarán la ansiedad y dificultarán la recuperación.
-
Habla de la encopresis sin tabúes: Abordar el tema de forma abierta y comprensiva ayuda a reducir la vergüenza. Explícale de manera sencilla que la encopresis es una condición que se puede tratar con paciencia.
-
Sé paciente y constante: Los niños pueden sentir que están fallando cuando no logran controlar sus evacuaciones. Refuerza sus logros, por pequeños que sean, y celebra sus esfuerzos. La paciencia y el aliento positivo ayudan a reducir la frustración.
Consejo: Un niño que siente apoyo emocional será más capaz de trabajar junto a ti para superar la encopresis.
3. Mantén la calma y evita la presión
El proceso de tratar la encopresis puede ser largo, por lo que es vital mantener una actitud calmada y constante. La ansiedad o el estrés en los padres puede transmitirse al niño y hacer que el proceso sea más difícil.
-
Evita comparaciones: No compares a tu hijo con otros niños que no tienen esta dificultad. Cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y superación.
-
Evita la presión: No hagas del baño o de la evacuación un tema de presión. Evita que tu hijo sienta que está siendo "evaluado" o que puede decepcionarte si no logra controlar sus evacuaciones de inmediato.
-
Cuidado con la sobrecarga emocional: A veces, sin querer, los padres pueden generar más ansiedad al hablar de la situación de manera repetitiva o constante. Si bien es importante hablar sobre la encopresis, también es importante ofrecer un respiro emocional, donde el niño pueda disfrutar de otras actividades que lo relajen.
Consejo: Mantén un enfoque equilibrado, mostrándote presente sin que tu hijo sienta que su progreso es una fuente de estrés adicional.
4. Sé un aliado en la implementación de las rutinas
Los niños con encopresis responden muy bien a las rutinas. Como padre, tu tarea es ayudar a implementar estas rutinas en el día a día de una forma constante, amorosa y sin generar presión.
-
Establece horarios consistentes: Asegúrate de que el niño tenga un horario regular para las comidas, el baño y la hidratación. La regularidad hace que el cuerpo del niño se acostumbre a ciertos patrones y ayuda a evitar el estreñimiento.
-
Fomenta hábitos saludables: Anima a tu hijo a seguir una alimentación saludable y a beber suficiente agua, lo cual es esencial para mantener el intestino funcionando bien. Evita los alimentos que puedan empeorar el estreñimiento.
-
Sé flexible con las rutinas: Aunque la regularidad es clave, es importante también ser flexible y paciente cuando las cosas no salen según lo planeado. No todo se resolverá de inmediato.
Consejo: Los padres que apoyan a sus hijos en el establecimiento de hábitos, de manera tranquila y consistente, logran mejores resultados.
5. Gestiona las expectativas y busca apoyo cuando lo necesites
La encopresis no desaparece de un día para otro. Es un proceso que puede tomar tiempo, y es importante que los padres gestionen las expectativas, manteniendo la calma cuando las cosas no mejoran tan rápido como desearían.
-
No te pongas plazos estrictos: Cada niño avanza a su propio ritmo, y el proceso puede ser más largo para algunos. Es importante que los padres no se frustren si no hay resultados inmediatos. El enfoque debe ser gradual, y celebrar cada pequeño paso es clave.
-
Busca apoyo emocional: Si el proceso se vuelve especialmente desafiante, no dudes en buscar ayuda. A veces, hablar con otros padres que han pasado por lo mismo o consultar con un profesional puede ser de gran ayuda.
-
No ignores los aspectos emocionales: Si sientes que la situación está afectando emocionalmente a tu hijo o a tu familia, es importante buscar ayuda de un psicólogo infantil o de apoyo familiar. El tratamiento de la encopresis no solo es físico, sino también emocional.
Consejo: Recuerda que la paciencia, el entendimiento y el apoyo constante marcarán la diferencia en el proceso de recuperación.
--------
El tratamiento de la encopresis es un esfuerzo en equipo, y tú como padre o madre desempeñas un papel fundamental. Mantener una actitud positiva, apoyar a tu hijo emocionalmente, y establecer rutinas consistentes son claves para ayudarlo a superar esta etapa. Recuerda que con paciencia, amor y dedicación, la encopresis es una condición que se puede tratar con éxito